La Catedral de Basilea o Münster se encuentra situada en la orilla occidental del río Rin. Se considera como una de las obras religiosas más bellas del alto Rin. Es un edificio románico que se construyó entre los siglos XI y XIII en el emplazamiento de antiguos edificios religiosos. Tiene añadidos góticos que se realizaron tras el incendio que tuvo lugar en 1258 y el terremoto de 1356.
Exterior de la Catedral de Basilea
La fachada es del siglo XIII. Se encuentra delimitada por dos altas torres góticas rematadas con agujas de comienzos del siglo XV. Tras la catástrofe de 1356, a los lados de la portada mediana se colocaron cuatro de las esculturas que decoraban la fachada. Del ciclo original de estatuas góticas se conservan la Virgen con el Niño y la pareja imperial de Enrique y Cunegunda. En la base de las torres dos pilastras sostienen los grupos de San Martín y San Jorge matando al dragón, símbolo de la ciudad.
En el crucero, bajo un gran rosetón en forma de rueda, se abre la románica puerta de Sankt Gallen (1185). Tiene estatuas y relieves, entre los cuales destaca un valioso Juicio Universal en la luneta. Desde el lado derecho de la catedral se accede a dos claustros del siglo XV. Uno es el mayor, cerrado por triforios góticos; y el otro, más antiguo, con simples arcadas ojivales.
Interior
El interior dispone de cinco naves que se apoyan sobre pilares polistilos con bellos capiteles tallados. Dichas naves están cubiertas por bóvedas góticas con triforio, amplio transepto y coro poligonal sobrealzado, rodeado por el deambulatorio. La tribuna que sustenta el órgano posee arcadas ojivales con delicados calados góticos. Al pie del púlpito, valiosa obra de 1486 de estilo gótico flamígero, se encuentra la imagen de un dragón, esculpido probablemente hacia 1170.
En el muro del fondo de la nave derecha, formado por la sucesión de cuatro capillas funerarias, hay un bajorrelieve del siglo XI con figuras de los Apóstoles. Decora el coro una sillería del siglo XIV. En el deambulatorio, iluminado por vidrieras de finales del siglo XIX, se encuentra el sepulcro de la reina Ana de Habsburgo, fallecida en 1281, y de su hijo Carlos. También la nave izquierda presenta una sucesión de capillas. Así están las tumbas de los obispos fallecidos durante el Concilio. Además encontraremos un epitafio de Erasmo de Rotterdam, muerto en Basilea en 1536.
La cripta de la catedral tiene frescos románicos tardíos de 1202 y otros de finales del siglo XIV. Conserva el sepulcro del obispo Rudolf, fallecido en el año 917. También encontramos diversas losas sepulcrales de los siglos XI al XIV.
Visita turística a la Catedral de Basilea
La única opción de llegar hasta el edificio religioso es caminando. No existe medio de transporte público que acceda a la zona. La mejor opción en todo caso es ir a la parada de Kunstmuseum. Allí hay una parada de tranvía donde pasan las líneas 1, 2, 6, 15 y 16. Desde allí, andando por Rittergasse, se tardan escasos 5 minutos en llegar a la catedral.