Elisabethenkirche

ElisabethenkircheElisabethenkirche es la iglesia neogótica más importante de Basilea y también de Suiza. En su imponente interior se pueden celebrar toda clase de eventos (no necesariamente religiosos): banquetes, conciertos, presentaciones, etc. El edificio se levantó entre 1857 y 1865.

Fue la primera iglesia protestante construida en Basilea después de la Reforma. La iglesia de Elisabethenkirche tiene en total tres naves, varias galerías, una torre frontal y también un coro poligonal.

Durante el tiempo que duró la planificación y la ejecución de las obras se hicieron muchas modificaciones. El interior de la Elisabethenkirche es igualmente impresionante, con una nave de planta basilical y una bóveda de crucería. Los vitrales añaden un toque de color y luminosidad a la iglesia, creando un ambiente de paz y reflexión. El altar mayor y el púlpito son elementos destacados en el interior de la iglesia y reflejan la artesanía de la época.

La piedra arenisca de color gris del exterior de la iglesia se renovó entre 1895 y 1899. Las gárgolas del tejado, el relieve del pórtico, el púlpito y otras partes del edificio con esculturas las diseñó Jacques-Ange Corbel.

A lo largo de su historia, la Elisabethenkirche ha servido como lugar de culto, un espacio para la música y un punto de encuentro cultural. Ha albergado conciertos de música clásica y eventos artísticos que han enriquecido la vida cultural de Basilea.

Cómo visitar Elisabethenkirche

Hoy en día, la Elisabethenkirche continúa siendo un lugar de culto activo y una atracción turística para aquellos que desean explorar su arquitectura histórica y aprender sobre su relevancia en la historia de la ciudad. También es un centro de actividades culturales, incluyendo conciertos y eventos comunitarios.

Se puede llegar a la iglesia fácilmente en transporte público. Cerca tenemos diferentes paradas de tranvía y autobuses. Por ejemplo, en Bankverein paran las líneas de tranvía 1, 2, 3, 6, 8, 10, 11, 14, 15, 16, E11, N6, N11 y N14. En Kirschgarten paran las líneas de tranvía 1, 2 y 6. También para la línea N27 de autobús.

También es posible llegar fácilmente a pie. Por ejemplo, si llegamos a la ciudad en tren y paramos en la Estación de tren de Basilea-SBB. En el camino que lleva hasta el centro histórico de la urbe, nos cruzaremos de manera inevitable con el edificio. Podremos ver la torre sobresaliendo entre las demás estructuras. No tiene pérdida y merece la pena verlo.

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