La Centralbahnplatz de Basilea es una enorme plaza situada frente a la salida de la principal estación de tren de Basilea-SBB. Destaca principalmente por tener en el centro muchas paradas dedicadas exclusivamente a los tranvías. De hecho es el mayor intercambiador de la ciudad. También hay en la zona muchos restaurantes, cafeterías, tiendas de diverso tipo y varios hoteles en los laterales.
Muchos de los turistas que llegan a la ciudad helvética ven esta plaza como primer lugar de referencia. Desde allí es fácil desplazarse a prácticamente cualquier punto de Basilea. En caso de que no queramos coger el transporte público, podremos desplazarnos a pie desde la Centralbahnplatz.
El 29 de junio de 1857, el Gran Consejo de Basilea aprobó la construcción de una conexión entre la línea francesa y la Centralbahn y la construcción de una estación de paso en el campo frente al baluarte de Elisabethen. La ciudad pagó la compra del terreno. A principios de 1859, la SCB comenzó la construcción de las instalaciones de la estación diseñadas por Maring, que incluían la estación de pasajeros, la estación de mercancías, que estaba adosada al distrito de Gundeldinger, y dos depósitos de locomotoras.
El 4 de junio de 1860 se iniciaron las operaciones ferroviarias en la nueva “Centralbahnhof” de Basilea. Sin embargo, no fue hasta mayo de 1861 que todas las instalaciones estuvieron completas. El frente norte del edificio de recepción central se encontraba frente a la recién creada Centralbahnplatz. A derecha e izquierda estaban las salas de embarque, cada una con dos andenes, al este para los trenes suizos y al oeste para los franceses.
Actualidad de la Centralbahnplatz de Basilea
La plaza también alberga una serie de tiendas, restaurantes y cafeterías que ofrecen una amplia gama de opciones culinarias y de compras. Los visitantes pueden disfrutar de una comida al aire libre, hacer compras en boutiques de moda o explorar el Mercado Central de Basilea, un mercado de alimentos y productos frescos que opera en la plaza.
Centralbahnplatz no es solo un lugar de actividad comercial y de transporte, sino también un centro de eventos y festivales en Basilea. A lo largo del año, la plaza es el escenario de eventos culturales, conciertos, ferias y celebraciones que atraen a residentes y turistas por igual.
La plaza es un reflejo de la vitalidad de la ciudad de Basilea y su conexión con el mundo a través de su estación de tren. Es un lugar donde los elementos históricos se entrelazan con la vida contemporánea, y donde las personas se reúnen para disfrutar de todo lo que la ciudad tiene para ofrecer.
